Como muchos actores, Ava Gardner odiaba ver sus películas. Decía que la mujer de la pantalla no era ella. Pero todas las películas cuentan dos relatos: el argumento y la historia de los cuerpos filmados. Esta película cuenta lo que sucedió entre dos imágenes: un primer plano de Pandora y un primer plano de Harén, el primero y el último que Ava rodó en España. Seguramente, Ava pensaría que ninguna de esas dos mujeres se parecía en nada a ella misma.