Bailey trabaja en un parque de atracciones de un pequeño pueblo costero de Nueva Jersey. Cuando un francés llamado Jacques , se presenta como el marido de su difunta hermana, le da la urna con sus cenizas y le muestra el testamento, en el cual ella le deja la mitad de la casa en la que vive, cambia su vida y la de aquellos que lo rodean. La vida de su amiga de la infancia y ex pareja, Famke Janssen y la del marido de ésta y amigo que es el propietario del parque de atracciones en el que trabaja Gandolfini, forzándolos a enfrentarse a sus viejos demonios. El parque es un lugar decadente y la acción transcurre en los últimos días de invierno como metáfora de sus vidas.